Conocé los habitantes más simpáticos de la isla
Aunque la fauna fueguina es rica y variada, son relativamente pocas las especies de mamíferos terrestres autóctonos: guanacos, zorros colorados, tucu-tucus, ratas, ratones y murciélagos. Por otra parte, existen casi 200 especies de aves y una abundante fauna marina en la región.
Se suman a ellos varios animales que fueron introducidos en la isla en tiempos pasados, cuando aún no se tenía conciencia de los problemas que podían ocasionar en el equilibrio natural del ecosistema, algunos de ellos son el conejo, el castor, el zorro patagónico y la rata almizclera.

Pingüinos magallánicos en la costa del canal Beagle
En la zona de la estepa pueden oírse los fuertes gritos de alarma que suele emitir el curioso zorro colorado fueguino fácil de distinguir con su pelaje largo y notablemente rojizo en el vientre, las patas y la cabeza; grisáceo en el dorso y negro en el extremo de la cola.
Por otro lado, ya hablando de «visitantes extranjeros», en el año 1946 con el objeto de fomentar la industria peletera, fue introducido el castor canadiense. Es un roedor acuático de gran tamaño, de pelaje doble, con la cola desnuda, escamosa y achatada, en forma de remo o pala. Llega a medir 1,20 m. Sus patas son cortas y sus pies traseros presentan membranas bien desarrolladas. Para habitar prefiere los turbales, luego las lagunas y finalmente los cursos de agua. Es destacable que puede permanecer bajo el agua sin respirar por períodos de hasta 15 minutos. Sus uñas son muy afiladas, las usa para cavar, acarrear ramas, piedras y barro. Construye grandes diques (castoreras) que utiliza como vivienda y para almacenar sus víveres, provocando graves consecuencias en el entorno.
También se introdujo la rata almizclera que es un roedor semiacuático, muy buen nadador y buceador. Su pelaje es corto, suave y denso, de color pardo oscuro brillante, cola escamosa y desnuda. Es una especie propia de los pantanos con vegetación acuática, pero también vive en las márgenes de lagos y ríos y en menor medida en costas marinas. Dependiendo del ambiente, construyen sus madrigueras con la vegetación que crece cerca del espejo o curso de agua, o bien las excavan si ésta no existe.

Castor canadiense, ahora adaptado a la isla por su clima tan similar al hemisferio norte.
Por otra parte, el canal Beagle está poblado de moluscos (caracoles, lapas y bivalvos), peces y crustáceos (krill, centolla y centollón) mientras que en el mar abierto viven distintas especies de ballenas, delfines, orcas, marsopas y toninas.
El lobo marino de un pelo es residente permanente de Tierra del Fuego y se distingue de otros lobos marinos por su hocico algo respingado, corto y ancho y por poseer pabellón auditivo. El macho es más grande que la hembra y posee una abundante melena. Las patas tienen forma de aletas. La coloración de su pelaje varía en forma notable según la edad y el sexo. Las crías, que nacen en octubre, presentan un pelaje negro brillante hasta el primer mes de vida en que se vuelve negro pardusco.
El lobo marino de dos pelos, o lobo fino, es de menor tamaño que el lobo común, su cubierta capilar está formada por un pelaje externo liso y un entrepelo fino y delicado por debajo de aquel. El valor de su pelaje lo ha convertido en objeto de caza intensa. Actualmente esta actividad está prohibida y se ha logrado equilibrar la población.

Lobos marinos de 2 pelos, descansado frente a Isla Navarino en el canal Beagle.
Estas y muchas otras especies podrán ser avistadas en tours y excursiones por esta magnífica zona, ideal para todos aquellos amantes de la naturaleza.